En la tarde del jueves el grupo Creactivos, perteneciente al taller de teatro de Emaus (Nuevo París), presentó la obra de teatro “El juicio Perdido” en Apex (Haiti 1606), a cargo de Guillermo Larronde. La idea de llevar la obra de teatro por los barrios surge de la Red de Drogas. El fin es acercarse a la gente y tender redes con los barrios, que en este caso, se dio tanto a través de la obra como de los folletos con información sobre el consumo de drogas de la Junta Nacional de Drogas (JND) que se repartió al finalizar el evento.
La cita fue a las 15:00 horas, previo a que los concurrentes se acomodaran en la “sala” montada en un salón de Apex. Los personajes de la obra recibieron a la gente, tal como lo hicieron en Emaus cuando presentaron la obra a la red, a fines de setiembre. El público presente era muy variado: integrantes de la red, jóvenes de Emaus que pertenecen a otros talleres, jóvenes de la zona, y un grupo de escuela que llegó allí de casualidad luego de que le suspendieran la clase de gimnasia que iban a tener en el predio lindero y autoridades municipales.
Antes de presentar la obra, Julio Calzada de la JND, Sonia Viera de Apex, el alcalde Gabriel Otero y Gabriela Verde, tallerista de Emaus, brindaron una oratoria, en la que contaron brevemente la relación de su institución con la red. Los cuatro coincidieron en la felicitación al grupo de la red de drogas.
Otero aprovechó para felicitar públicamente a Gabriel Larronde por su trabajo con los jóvenes, así como “a todos quienes trabajan con cariño y dedicación”, al tiempo que aclaró: “Nada de esto es mágico, por eso vale el reconocimiento. Acá hay laburo de muchos años, de mucha gente comprometida que nos pide que apoyemos, y apoyamos. Hay un trabajo profundamente humano y profundamente dedicado, y de alguna manera nosotros queremos acompañar el proceso en la medida que sea necesario”.
Gabriela Verde contó como se vivió desde Emaus todo este proceso, recordando la primera reunión que tuvieron en Emaus donde se hizo unánime la preocupación por la situación del barrio y de los jóvenes. “Le pedimos un socorro a la gente de La Teja Barrial, creíamos que nosotros no podíamos con este tema, necesitábamos de los especialistas en salud. Y gracias a ellos nos hizo un clic, y de allí es que nuestra participación empezó a pesar desde otro lugar. Nos dimos cuenta lo importante de los espacios de participación, sociabilidad y sensibilidad con que contábamos y la verdad que el tema de las adicciones y de las drogas para nosotros es un tema más, no es el más relevante ni el único que nos preocupa, hay más temas como este, que no sólo nos preocupan sino que nos ocupan y, en ese sentido, surge la idea de hacer otra obra”.
Cerca de las 15.30 horas, comenzó la obra. Esta vez, en un escenario más grande. Participaron más actores que la vez pasada, como explicaba Larronde en Emaus, la obra está pensada para que se puedan incorporar nuevos personajes; incluso se le incorporó mayor tiempo de improvisación y un juego nuevo, lo que hace que la obra también sea más extensa, y que los personajes tengan más tiempo para mostrarse.
Tuvo una buena respuesta del público presente. Al comienzo muchos/as niños/as observaban atentos y asombrados, porque no tenían muy claro de qué se trataba, ya que los personajes, que representan a la locura, actúan improvisando con objetos imaginarios, desde una pelota, hasta un jabón para bañarse, pero a medida que los 16 personajes avanzaban en la improvisación las carcajadas de los/as niños/as se hicieron notar.
Finalizada la obra, algunos integrantes del grupo Creactivos, junto con Gabriel Larronde, formaron un circulo grande e invitaron a los niños y niñas de la escuela presente a participar de una serie de juegos, algo que se destaca como un efecto de red, lo que deja en muchos de los integrantes de la Red una satisfacción, ya que es uno de los objetivos del grupo.
Lorena Canelas