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12.03.2012 - 15:43

COTRAVEN

La cooperativa social COTRAVEN ganó un llamado para el mantenimiento de áreas verdes que realizó el Municipio. Hablamos con la secretaria y el capataz para conocer su sistema de trabajo.

COTRAVEN
“Nosotros como cooperativa social somos muy humanos”

El Club Atlético Vencedor fue fundado en 1947 en Mármol y Humboldt (La Teja) en la casa de la familia Mechoso, quienes fundaron el club. Trece años después se trasladó a Heredia 4430 esq José Mármol, sede actual donde la cooperativa se reúne en asambleas cada 15 días. Destacándose en el ambiente deportivo, el Club del Vencedor  fue escenario de ensayos para grupos carnavaleros, al tiempo que afianzó proyectos sociales como la escuela de fútbol con su merendero, que sigue funcionado hoy en día. Mirta García, fue quien juntó a todas las madres de los niños que asistían al merendero y entre todas formaron la Cooperativa Social COTRAVEN, de ahí su nombre: Cooperativa de Trabajo del Vencedor, fundada el 25 de setiembre de 2004.

A mitad de la mañana con casi 10 grados y un sol muy tímido que apenas calentaba, cinco mujeres y cinco hombres trabajaban en un terreno que ocupaba un manzana, en el mantenimiento de áreas verdes en Nuevo París, ubicado en Santa Lucía y Anagualpo.
Alicia Larrosa, secretaria de la cooperativa y Marcelo Corbo, capataz, dialogaron con el Municipio A.

En principio eran 20 mujeres de La Teja, jefas de hogar y con bajos recursos, que conformaban el equipo de COTRAVEN pero “la formación por parte del Mides demoró bastante -9 meses- y había gente que necesitaba un trabajo rápido, entonces el grupo se fue dispersando y quedamos sólo seis”, contó Alicia. No fue nada fácil para aquellas mujeres que luchaban por un “salario digno“ para mantener a su familia,  afianzar el papel de la mujer en trabajos que antiguamente eran considerados sólo para hombres. “El Mides en aquel momento sólo nos daba la formación, dos veces por semana, nosotras teníamos que conseguir el dinero para la capacitación; a aquellas que ni el marido tenía trabajo, las ayudábamos entre todas”.
Hoy en día COTRAVEN abrió sus puertas también, a hombres jefes de hogar, “en ese momento el proyecto era otro, recién empezábamos y nos parecía que era la oportunidad de darle trabajo a aquellas mujeres solas que tuvieran a cargo a sus hijos. Ahora tanto el hombre como la mujer puede estar sin trabajo”, indicó Larrosa y “abrimos nuestra cabeza “ a personas de otros barrios como Paso de la Arena y el Cerro, “porque tampoco vamos a darle trabajo sólo a gente de La Teja, hay otra gente que también lo necesita”.
Veintidós son las personas que conforman hoy COTRAVEN, en su mayoría mujeres; diez son contratadas por la cooperativa cumpliendo tareas para el Municipio en mantenimiento de áreas verdes y veredas, y doce trabajan en la ruŧa para el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) que son las que conforman la cooperativa desde hace 4 años.

El 11 de julio de este año, COTRAVEN comenzó a trabajar para el Municipio A luego de salir favorecida en un llamado que efectuó dicha institución (primer llamado que la IM realiza para cooperativas sociales) para el mantenimiento de áreas verdes y veredas con contrato por un año. La secretaria cuenta que presentaron un proyecto y un presupuesto con el servicio requerido. “En realidad nuestro presupuesto era mayor que el de otra cooperativa pero nos dejaron porque tenemos una 'cédula de identidad' muy buena porque hace mucho que trabajamos para el MTOP y tenemos todo en regla, DGI, BPS”. Explicó que mensualmente se presenta un control del trabajo terminado, puesto que al mes, según indicó el capataz, les exigen cierta cantidad de metros cuadrados. A la pregunta de si existía la posibilidad de extender el contrato, Alicia, levantando los hombros, sostuvo: “Pasado el año no se ha dicho nada. Esperemos que salga todo bien”.
Actualmente trabajan -para el Municipio- en Nuevo París, pero su recorrido comenzó, hace poco más de un mes, en el Cerro en la calle Bogotá, en el mantenimiento de veredas, “desde la playa hacia la curva”, señaló Marcelo. La forma de efectuar el trabajo que hasta el momento lo emprendían en conjunto, “ahora nos vamos a dividir en dos grupos de cinco para poder hacer los dos trabajos a la vez -veredas y áreas verdes-. Mañana va a ir un grupo para el Cerro y el otro se va a quedar acá”, explicó el capataz, quien confesó que no tenía experiencia previa en arreglos de vereda pero sí en alabañilería: “Tampoco tiene mucha ciencia y tratamos de hacerlo lo más prolijo que podamos”.

- Me contaban que COTRAVEN contrató gente para trabajar en áreas verdes, ¿qué sucede cuando esas personas no rinden o no están capacitadas para trabajar en la cooperativa?

A: Es un desafío porque no sabés si la gente está preparada como para estar en una cooperativa. Nosotros -que hace cuatro años que estamos juntos-, tenemos un buen vínculo personal; pretendemos que ese vínculo se mantenga, porque a veces tu podés trabajar bien pero de repente sos una persona muy conflictiva en cuanto a los vínculos. Queremos que todo aquel que trabaja en COTRAVEN se sienta cómodo, que pueda venir a trabajar y también conversar con sus compañeros, no pelear por algún entredicho, que sea cordial el vínculo de todos los días. Es decir, cuando alguien comienza a trabajar en COTRAVEN, no nos fijamos sólo que sea buen trabajador sino que además, la conducta de cada uno sea buena y no tenga dificultades para insertarse en la sociedad.

-¿Y han tenido gente con problemas para insertarse socialmente y mantener buenos vínculos en el ambiente laboral?

Haciendo una pausa afirma: “Si, nos ha pasado. El tema es que nosotros como cooperativa social somos muy humanos. Si tu tenés un problema en tu casa, le buscamos la vuelta para poder solucionar tu problema. Pero hemos sido engañadas porque una persona nos usó para poder sacar ventajas. Hoy esa persona está en Disse. La idea es que la gente que trabaja o trabajó en COTRAVEN se vaya bien y hable bien de COTRAVEN, tal cual como somos y como tu nos ves. Acá no hay maltratos, sí hay exigencia laboral como en todos los trabajos. No vamos a permitir que una persona que ingrese a la cooperativa traiga conflictos, que a nosotros nos perjudique como cooperativa y a nivel laboral. No porque sea linda o fea, a mi eso no me importa, va en que puedan cumplir con el trabajo y que sea para la cooperativa un beneficio, no que perjudique”.

Corbo por su parte resaltó la importancia de que, tanto la Intendencia de Montevideo como el Municipio, abran puertas para nuevas fuentes de trabajo, sobre todo para aquellas personas con hijos, no sólo hombres grandes sino jóvenes porque “es una forma de sacar a la juventud de la calle para que no se enrosquen en otras cosas”, indicó.

Respecto a los roles de la directiva, Larrosa sostuvo que van cambiando “así le damos la posibilidad a otro. De todas formas si una persona que cumple, por ejemplo, el rol de presidenta, y lo desempeña bien y tiene buena comunicación con los demás compañeros, se lo mantiene”, porque el cambio en los integrantes de la directiva les implica un gasto importante en trámites, explicó. Al tiempo que recordó el cuarto cumpleaños de COTRAVEN, y que lleva dos años en su rol de secretaria. “Te tenés que poner muy enserio la cooperativa en los hombros, porque pasás a ser vos cooperativa, pero también empresaria porque sos dueña de algo que hiciste y tenés que seguir implementándolo. Para nosotros fue algo novedoso y que en la marcha nos enseñó mucho. Es un verdadero desafío que lo supimos cumplir y estamos muy contentos. Me gustaría que Mirta estuviera para ver todo lo que logramos”, manifestó con orgullo.

Más allá de ser una cooperativa social que le da trabajo a mucha gente, COTRAVEN les ha dado a estos trabajadores muchas satisfacciones. Alicia sostiene, en lo personal: “Yo acá crecí mucho porque aprendí muchas cosas con mis compañeras, en todas las relaciones que hice, no sólo en lo laboral, sino también por compartir cosas, ayudarnos entre nosotras”. Emocionada y recordando los frutos de su trabajo, agregó: “Con mi marido pudimos comprarnos un terreno y hacernos una casita”. Expresa su deseo de que ese “sueño” de tener una casa propia sea una oportunidad para todo el mundo: “¿qué más querés vos que tener tu propia tierra? Entonces ¿cómo no voy a estar agradecida con la cooperativa?, lo voy a estar de por vida”.

Virginia Martínez