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27.03.2012 - 15:59

El Parque es Parte del Oeste

Entrevista con Raúl Pitaluga, integrante de la comisión administradora del PTI.

El Parque Tecnológico Industrial (PTI) surge en el año1998 con las gestiones de la Intendencia de Montevideo (IM) y la Universidad de la República (Udelar) para tomar el predio del viejo establecimiento Frigorífico del Cerro. A la Udelar pertenece el espacio donde hoy está el APEX-Cerro (Programa de Aprendizaje y Extensión de la Universidad de la República) y a la IM el área donde están las instalaciones del ex frigorífico.
A su vez, el predio de la IM se dividió en dos partes: una la adquirió el Centro Comunal Zonal 17 y la otra, donde están las viejas instalaciones con los edificios casi en ruinas, el PTI.
El PTI brinda espacios a pequeños emprendedores, parcialmente subsidiados por la IM, para generar emprendimeintos de trabajo a cooperativas y microempresas. La finalidad principal es generar puestos de trabajo.
Raúl Pittaluga, integrante de la comisión administradora del PTI, nos cuenta cómo ha sido el desarrollo de este polo industrial y los aportes que el proyecto tiene para con la realidad del oeste.

-¿Cuántos emprendimientos productivos funcionan hoy en día?

- Hoy tenemos entre setenta y tres y ochenta; la diferencia se da porque tenemos aproximadamente ocho emprendimientos que están en vías de ingreso.

-¿De qué rubros son dichos emprendimientos?

-Hoy tenemos cuatro grandes rubros: hay empresas en el rubro de vestimenta, de alimentación, de vidrio y en lo ambiental que se enmarca en el reciclaje de residuos.

- Además de abrir espacios para microemprendimientos, el PTI también ofrece cursos de capacitación laboral para jóvenes. Contános cómo surge la idea de trabajar en esta área.

- Una vez consolidado el Parque Industrial con sus empresas y trabajadores, surgió una fuerte discusión -hace un par de años- sobre qué queremos hacer con este parque que ya tiene cuerpo y está en funcionamiento. Hoy somos parte de la realidad de esta zona.
En esa discusión entre representantes de la comisión administradora del parque y representantes de los trabajadores a través de delegados del PIT-CNT, se cuestionó cómo iba a ser el plan estratégico, hacia dónde iba y, se analizaron las carencias que tiene el parque. Surgió aumentar el valor del parque, crecer económicamente. Desde el punto de vista social, además, se definió insertar al PTI dentro del Municipio A para generar un ida y vuelta positivo entre el PTI y la zona. A partir de ahí comienzan todas las políticas sociales que se establecen como parque formalmente. No sólo mejoramos el vínculo con el comunal y con APEX-Cerro, sinó que se afinó el vínculo con la zona y con los asentamientos que nos rodean. Cualquier emprendimiento social en el que el parque pueda mejorar cualquier circunstancia será bienvenido. Dentro de esa política trabajamos hacia adentro, hacia los 800 trabajadores, censándolos, relevando cuáles son sus necesidades y trabajando sobre ellas. Se formó la primera cooperativa de viviendas que ya tiene personería jurídica y el terreno (está previsto que sean dos terrenos de mil metros, cada uno, sobre Santín Carlos Rossi). Se coordinó con INAU y  primaria para instalar un CAIF o un jardín de infantes para el parque y la zona. Nosotros pedimos que habiliten un cupo para los hijos de los trabajadores, pero también para los niños de la zona.
Otra de las políticas es crear un centro de capacitación dentro del parque para los trabajadores y para la zona. Nosotros organizamos cursos y el comunal nos ayuda con la convocatoria. En el Uruguay de hoy, la capacitación es fundamental. No se puede pensar en jóvenes de 25 o 28 años trabajando y nada más porque esa situación no está acorde con el mundo de hoy. Hoy en día es imposible pensar en sólo trabajar; lo real es trabajar y estudiar, trabajar y prepararse, o bien porque me interesa avanzar en el trabajo en el que estoy, o porque no me interesa mi trabajo y tengo que estudiar otra cosa, o simplemente estoy conforme con mi trabajo y con lo que gano pero por satisfacción personal quiero estudiar algo más para mi futuro. Queremos promover que los 800 trabajadores vengan al parque con esa idea, que trabajen ocho horas y se queden una o dos horas más para capacitarse. No es fácil generar la oferta de estudios para tantos trabajadores, pero nuestra idea es brindar esta oferta educativa para el personal y abrir un cupo para jóvenes de la zona. Si tenemos un curso de computación, tendremos veinte personas del parque, pero habrá cinco o seis lugares para gente de barrios aledaños.

-¿Cómo ha sido el impacto que ha tenido el PTI en el desarrollo económico local?

- A mí entender es bueno porque hoy el parque es una fábrica grande para lo que es la realidad de Montevideo, donde trabajan 800 personas sumado al trabajo agregado de las empresas que trabajan en el parque. Además, siempre fue una política del parque tender a tomar trabajadores de la zona. Los trabajadores tienen el lugar de trabajo cerca y generan un ingreso por trabajar en el parque.
Hay otro tema más de fondo, en mí opinión, que es el de las capacidades que tenía el Cerro. La zona se caracterizaba por ser un barrio obrero, con un gran espectro de habilidades y capacidades de oficio de gente que provenía de la inmigración, o de la juventud uruguaya que a través de la vieja UTU se preparó en una serie de oficios y trabajaba en el sector industrial obrero; eso hoy en día se perdió. Al perderse, tras el corte que se dio en la dictadura, se generó una brecha muy grande entre los viejos veteranos de oficio como torneros, mecánicos, bobinadores y demás oficios. Se disipó ese puente que se daba en la educación durante la dictadura y nos fuimos quedando sin mano de obra especializada. En la actualidad hace falta mano de obra calificada para trabajar. Tenemos mucha gente que quiere trabajar pero se le tiene que explicar desde lo básico para tener el oficio. Conozco mucha gente en el parque que está trabajando como tornero pero no tiene el oficio, entonces sus compañeros le explican cómo manejarlo y cómo realizar las tareas. A partir de ahí es que arrancan los acuerdos y convenios con la UTU de Paso de la Arena y el Cerro con el programa de acreditación de saberes de la UTU para evaluar las necesidades técnicas de los trabajadores y generar la propuesta de capacitación.

- Al principio de la entrevista me comentabas que el PTI es como una “ciudad a parte” en la zona: ¿Cómo amalgamó esa “ciudad a parte” en lo que es la zona del Municipio A? ¿Es una referencia para la comunidad?

- Nosotros aspiramos a que lo sea, no se cómo se lo verá de afuera. Lo que sí me parece interesante, es que en estos años he conocido a muchas personas que se vinculan a la realidad del PTI, entran a trabajar por distintas razones y con un poco de interés por el asunto se empiezan a comprometer con el proyecto del Parque Industrial. El PTI tiene tiene una potencialidad que lo hace entusiasmante como proyecto, por eso es muy fácil ponerse la camiseta.
En el momento que yo entré, el resto de Montevideo y el país estaba muy chato en lo economico-social. Vos entrabas y esto era una pequeña colmena que desentonaba con el resto. Todo el día hay gente que entra y sale elaborando trabajos y proyectos.
Creo que el PTI se ve como un edificio azul y verde grande, que está ahí en el barrio y que parece ser importante económicamente, pero que no se sabe muy bien lo que hay adentro. Seguramente el imaginario social nos debe adjudicar mucho más de lo que en realidad somos.       

-¿Se prevén nuevos proyectos para el PTI?

- Ahora queremos elaborar un plan de residuos para que todo lo que el PTI tira sea clasificado en diferentes tachos y poder recuperar, reciclar o reutilizar residuos que tengan algún valor. Ese circuito lo queremos realizar en todo el barrio, involucrando a alguna cooperativa de trabajadores que se dedique a recolectar.  
También estamos tratando de ordenar toda la documentación interna del parque para presentarlo en el Ministerio de Industria, Energía y Minería y ser declarados Parque Industrial. Eso puede parecer sólo un papel, pero en realidad tiene mucha importancia porque la nueva ley prevé una serie de ventajas y beneficios para las empresas que trabajan aquí. El registrarnos como parque Industrial implica ciertos beneficios como poner un cerco perimetral, instalar el sistema de saneamiento, entre otros.
Por otro lado, tenemos otro proyecto en acuerdo con ANTEL, de poner un centro de capacitación en informática con conexión a Internet, bien tengamos el espacio físico.

 Gonzalo Irigoyen