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25.06.2012 - 13:28

Caminando

Caminando es una de las cooperativas que trabaja para el municipio. Dialogamos con uno de loa encargados para conocer sus funciones.

El gobierno municipal cuenta con un presupuesto para ejecutar tareas en el barrido, el mantenimiento en áreas verdes y la limpieza de bocas de tormentas. Para llevar adelante estas acciones resolvió trabajar con cooperativas sociales porque entendió, y tomó como lineamiento político, incentivar y contratar este tipo de organizaciones.
Si bien hay cuadrillas de funcionarios municipales, estas cooperativas refuerzan el trabajo en aquellos lugares donde se necesita. Están conformadas, en su mayoría por vecinos y vecinas de la zona, jóvenes y adultos, que luego de permanecer un tiempo sin trabajo, se unieron en grupos y lograron constituirse a través del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), donde luego de recibir la capacitación necesaria, optaron por cooperativizarse y aprendieron a autogestionarse.
El gobierno municipal apuesta al trabajo, a que los vecinos de la zona, jóvenes, mujeres y hombres, puedan trabajar dignamente y es por eso que hemos realizado varios llamados para distintas tareas. Caminando es una de ellas.

La cooperativa Caminando nació hace 5 años con el gran esfuerzo y la unión de un grupo pequeño, casi todos hombres. Hoy, son alrededor de 30 compañeros/as, pero las mujeres son mayoría, siendo una de ellas, la presidenta (Silvia de León).  Todos los integrantes de Caminando viven en la zona del municicpio, lo que influye de alguna manera a la hora de desarrollar el trabajo, por el simple hecho de limpiar y cuidar la "propia" zona. 
El mantenimiento de las plazas que comprenden todo el territorio del municipio y los parques Tomkinson (zona 18) y Vaz Ferreira (zona 17) es lo que este grupo de trabajadores realiza para el Municipio desde los primeros días de marzo de 2012. El trabajo básicamente comprende en cortar el pasto, barrer, cortar las plantas y los árboles, la vigilancia en los parques, y "ahora estamos también plantando", contó Luis Alberto Dutra, quien trabaja en la cooperativa hace dos años y es encargado de los dos parques.
Al dar sus primeros pasos, la ONG El Abrojo "nos dio una gran mano". Entre otras cosas, recibieron cursos de alfabetización "para uno o dos compañeros que no sabían ni leer ni escribir" y "nos enseñaron a cómo cortar los árboles y el pasto porque tiene una forma de cortar dependiendo la estación", explica. 
Dutra contó además, el "gran apoyo" que la ONG les brindó a la hora de comenzar a formailzar la cooperativa. Si bien la compra de los materiales salió de todos los cooperativistas, "ellos [El Abrojo] nos llevaron a tiendas baratas".
El mantenimiento de los parques fue un gran desafío en su momento: "Este parque era un desastre y cada uno empezó a traer sus máquinas, sus cosas; y así empezamos". Una casa con techo de dos aguas es lo único que acompaña a los árboles en el gran terreno que ocupa el parque Tomkinson. Allí, los trabajadores guardan sus herramientas para trabajar, además de contar con un baño y una cocina, pero cuando comenzaron eran "apenas dos chapas" donde dos compañeros se cubrían de los duros fríos de invierno y las lluvias a la hora de cuidar el parque. "Ahora gracias a dios estamos ahí", se alegra Dutra.
Durante la noche, tres personas se encargan del cuidado del parque, en la tarde son dos y hay un "retén" que cubre los días libres, ya uqe trabajan seis días y el séptimo se lo toman libre.
Más allá de las tareas laborales, los trabajadores y trabajadoras de Caminando  mantienen un buen relacionamiento y fuertes lazos como grupo, dentro y fuera del trabajo: "estamos muy unidos siempre. Hemos hecho pila de cosas juntos" como salir a comer o acampar, lo qe apoorta a que a nievl  laboral las condiciones y los resulatados tengan un mejor resultado.
En lo personal, para Dutra trabajar para Caminando significa "mucho, porque yo he necesitado mcuhas manos y los compañeros siempre me han ayudado en temas personales y económicos. Yo me siento que he cambiado mucho con el trabajo. El compañerismo es precioso", concluyó.

Virginia Martínez